Cuando hablamos de un rostro bonito sabemos que nuestro juicio depende de nuestro gusto personal, que es muy subjetivo. Un rostro que a algunas personas le parece bonito a otras no. Por lo tanto no existe una unanimidad a la hora de calificar un rostro como bello. Pero sí en que sea armonioso, que transmita proporcionalidad.

La armonización facial es una nueva tendencia de belleza con gran auge en el mundo de la medicina estética. En la la actualidad es un tratamiento muy demandado tanto por hombres como por mujeres por la eficacia de sus resultados.

¿En qué consiste la armonización facial?

Para conseguir un rostro armonioso se utilizan un conjunto de procedimientos estéticos variables, según cada paciente. El objetivo es destacar la belleza natural de cada persona realizando pequeñas modificaciones en su fisionomía facial. Se trata de realzar los puntos fuertes y suavizar las imperfecciones.

La armonización facial trata de mejorar la simetría del rostro, redefinir los ángulos para un contorno más estilizado, dar volumen en zonas concretas y, por supuesto, revertir los signos del envejecimiento de la piel, regenerándola en profundidad, dándole mayor elasticidad y volumen en las zonas donde se ha perdido.

Partimos de un estudio previo exhaustivo

Son diferentes los procedimientos utilizados para conseguir ese equilibrio bello, aunque todos son mínimamente invasivos, totalmente seguros e indoloros.

El primer paso consiste en hacer un estudio multidisciplinar de nuestro paciente, analizar esos elementos en su rostro que transmitan proporcionalidad para evaluar dónde se realizarán los cambios y cuáles son los objetivos a cumplir.

Hay que decidir entre muchas posibilidades como suavizar arrugas y surcos, nutrir y regenerar la piel, rellenar pómulos, mentón, labios… También estudiamos cuáles son las imperfecciones que crean un aspecto más envejecido o dónde ha causado el tiempo más daño a nivel dérmico.

En este estudio del rostro personalizado realizamos un recuento métrico que especifica cuáles son los puntos faciales concretos, con funciones y medidas que además difieren en cada persona. Una vez analizado el caso y tomadas las decisiones de tratamiento el siguiente paso es informar detenidamente a nuestro paciente sobre las técnicas a utilizar y los resultados que se van a obtener.

¿Cuáles son los tratamientos más utilizados?

Entre los tratamientos más frecuentes encontramos:

• Neuromoduladores: botox.
  Esta toxina, utilizada en pequeñas dosis bloquea la liberación de acetilcolina, neurotransmisor responsable de la contracción del músculo. Al no recibir el estímulo, el músculo permanece relajado suavizando las arrugas y las líneas de expresión en el rostro. Esta técnica no solo sirve para atenuar las arrugas existentes si no que previene su aparición, por lo que no existe una edad concreta indicada expresamente para comenzar con su uso.

Entre sus muchos usos destacan:
– El tratamiento de la sonrisa gingival, que ya te comentamos en post anteriores.
– La disminución de las arrugas alrededor de la boca, o en la región de la barbilla y frente.
– La disminución en la porción alar de la nariz (fosas nasales).

• Ácido Hialurónico
  Es una sustancia producida naturalmente por nuestro organismo con una función principal de dar volumen a nuestra piel. Con el paso de los años la concentración de esta sustancia disminuye provocando que la piel se vuelva menos lozana y más flácida. Esto provoca que se formen arrugas estáticas, que son aquellas que aparecen incluso con el rostro relajado.

Entre otros muchos usos, el ácido hialurónico sirve para:
– Trabaja el contorno y voluminización de labios, corrigiendo los labios con pérdida de volumen y sin contorno.
– Aumenta el volumen de los pómulos (biomodelado malar), corrigiendo la depresión formada por la prominencia del malar y la mandíbula.
– Nos permite corregir los surcos nasolabiales, que son las líneas que bajan hacia la esquina de la boca.
– Hidrata la piel, reteniendo agua y favoreciendo las moléculas de colágeno.

¿Qué ventajas tienen estos tratamientos?

La principal ventaja es que la armonización facial garantiza un resultado natural e individualizado. Los rasgos del rostro de cada paciente son considerados y respetados, asegurando así un resultado muy natural. El paciente se ve rejuvenecido y su rostro proporcionado, pero sin perder su identidad.

Además son tratamientos que proporcionan un efecto lifting sin intervención quirúrgica. Los resultados son rápidamente visibles, con mínimos efectos secundarios y apenas molestias en el momento de la aplicación.

Ya sabes que en Clínica Implantsite, además de cuidar tu salud bucodental, queremos que luzcas un rostro armonioso. Por ello, en nuestro equipo multidisciplinar contamos con médicos estéticos que trabajan la belleza orofacial, tan importante para que te sientas bien, por dentro y por fuera.

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