Kit Calm ® es un dispositivo electrónico creado para facilitar la comunicación del paciente durante la sesión en la clínica.

Este dispositivo está compuesto por un receptor inalámbrico y un mando a distancia. El receptor se instala en la unidad dental y emite una señal lumínica cada vez que el paciente pulse su mando.

Confianza y seguridad

De este modo, durante todo el tiempo que dura la consulta o intervención, los pacientes adquieren mucha más confianza, ya que van a poder controlar la sesión en todo momento.

“En nuestro empeño por asegurar una buena experiencia a nuestros pacientes, en Clínica Implantsite contamos con Kit Calm® un dispositivo que permite la comunicación entre paciente y Doctor durante todo el tiempo de la sesión. Estamos obteniendo resultados muy buenos, muchos pacientes reconocen haberse sentido mucho más tranquilos y cómodos gracias a él”

Francisco Carrero, Director Clínico e Implantólogo

Características del dispositivo Kit Calm ®

• Está compuesto por un dispositivo receptor y dos mandos, con una peculiar diferencia entre ambos: un mando está diseñado para adultos y, al activarse, emite un sonido típico de “verificación positiva”. El otro, está diseñado para los más peques, de forma que emite el sonido de un “pequeño grillo”.
• El receptor es portátil, por lo que el Doctor puede llevárselo incluso a otra habitación si necesita ausentarse. Así, el paciente no va a quedarse incomunicado en ningún momento.
• Su funcionamiento está optimizado para evitar las interferencias con otros dispositivos inalámbricos.
• Fácil de usar y sin cables que dificulten la acción de los profesionales.
• Bajo consumo de energía, permite uso exclusivo con batería.

Beneficios de usar el Kit Calm ® en la consulta

En la actualidad, casi un 80% de los pacientes de Odontología confiesa haber sentido miedo o estrés en una consulta alguna vez en su vida. En Clínica Implantsite creemos que esto no es necesario ya que la tecnología nos permite dar solución a este problema.

Adiós al miedo al dentista

La sensación de control de la situación hace que el paciente se encuentre más tranquilo. Al saber que puede accionar el pulsador en cualquier momento, de alguna manera, deja a un lado la sensación de vulnerabilidad que produce estar tumbado en una camilla.

Su uso más frecuente es con niños y pacientes especiales. El éxito es total en estos casos, facilitando además la labor de los profesionales durante la sesión.